
Ante la proliferación de crisis de pánico, título del que se hace uso y abuso como el Estrés, quiero destacar que estos estados son parte un problema relacionado con una enfermedad de base, que tiene entidad propia y es un Estado Depresivo Endo-reactivo, que acontece en la mayoría de los casos con estas manifestaciones. Esto esta relacionado con la parte a lo largo de la historia longitudinal de estas personas, desde el mismo momento de la concepción, con un criterio analítico profundo, y aplicando la psicología evolutiva, estas situaciones mal llamadas crisis de pánico, suceden en personalidades vulnerables,basándose en la dinámica paterno-filial, haciendo hincapié en este concepto que a veces, sufren estados de abandono, por lo general de sus padres, donde toda la responsabilidad recae en la vida materna, quienes por exceso o por carencias, tienen actitudes ambivalentes, lo que hace que en la vida psicológica, del niño/a, haciendo un rastreo, sufre en la interrelación con sus hermanos, con sus compañeros de maternales, jardines de infantes, primaria, secundaria y terciaria, como también en la vida de pareja, laboral y social. En cada una de estas etapas pueden conflictos, los cuales no tienen que ver con que alguien le contestó de mala manera o se burló, o un maestro falló. La base fundamental es que esa persona no tiene herramientas para poder defenderse y por lo general son sumamente sensibles, auto exigentes y con un mecanismo de defensa de negación de los problemas. Si no se toma un enfoque terapéutico en base a la psicología y en algunos casos es necesaria la farmacología antidepresiva, anti-fóbica, anti-obsesiva y en algunos casos, ansiolítica. Pueden llegar a una situación de invalidez, como un esqueleto de persona en vida, como una muerte sin muerte en sí.
En el peor de los casos, ante la no solución de problemas y la incomprensión, puede que esta persona en algún momento tome una decisión no deseada.
Toda esta situación lamentablemente es un bumerang, que repercute en el entorno intimo, ya sea maternal, de pareja, social, laboral, etc.
Para estos casos se necesita una comprensión tridimensional, un enfoque mental, psicológico y espiritual.
En una crisis de pánico, dado lo perentorio y urgente, estas personas son atendidas en guardias o a domicilio y por lo general le dan fármacos para aliviar la emergencia, pero en ocasiones, con una buena voluntad, los médicos atinan a indagar sobre las circunstancias, y en el peor de los casos, se encuentran con médicos con actitudes prejuiciosas y despectivas, opinando y tratando al paciente como si fuera una persona histérica, haciendo así, mas daño a quien esta padeciendo y de esto tengo sobrada experiencia por relatos de algunos de mis pacientes.
Se recomienda un psiquiatra con un enfoque integral, que haga psicoterapia o un psicólogo atento y que sea capaz de solucionar este tipo de problemas.