Es lamentable, pero es una realidad, fundamentalmente en los varones, cuando se supone que tienen que despegar a sus 18 años, de la casa de sus padres ya sea estudiando o trabajando.
Si es estudiando, recomiendo que lo hagan fuera del lugar de origen, es mucho mas enriquecedor desde el punto de vista psicológico, social y tender a la autonomía, ni que hablar de la sexualidad. Siempre hay posibilidades de enriquecerse con experiencias, aunque de las que más se aprenden son de las negativas.
No dependiendo de comiditas hechas por la mamá, abuelita o tiíta, también puede ser porque no, de los papas, abuelos y tíos que a veces se da la situación y me consta, refiriéndose a la igualdad de roles. Esto cabe para las muchachas también.
Se puede estudiar y se puede aprender, tanto varones como mujeres, a abastecerse con la limpieza, el orden de la casa y la cocina, con el desempeño de obligaciones; sino aprenden estas cosas, como pretenden hacerse cargo de una familia o hijos? Es decir, tiene que haber un destete con lo que significa la palabra, como hacen las aves con sus pichones.
El sexo se aprende interrelacionándose, si hay un poco de compromiso y responsabilidad, es bueno, evitando las enfermedades conocidas y los embarazos indeseados.
“Aclaro, que no soy partidario, sin tener ningún dogma religioso y por respeto a la naturaleza; pero por ejemplo si una gata queda preñada, yo no mataría a la cría”. Y en mi experiencia terapéutica escucho a muchachones y muchachonas de 30 años para arriba, diciendo ” estoy muy cómodo/a en casa con mis viejos, por la comida, la ropita lavada y planchada, no pago la luz, gas, ningún impuesto, no compro el pan , la carne, no voy al supermercado, etc., etc.” Y el “no poder tener sexo porque vivo en la casa de mis padres o de mis futuros probables suegros”.
Esto no es un buen precedente a futuro de tener una buena sexualidad en la vida adulta; porque si no han practicado por estas trabas de comodidad, pregunto, como van a hacer de los 30 años para arriba, donde aparecen los hijos, que hay que mantenerlos, sostener alquileres en algunos casos, cuentas y encima con esta fiebre de consumo vanguardista de televisores, internet y celulares.
CONCLUSION: Ajustando a la nota, “Sexo Postergado, Presente Frustrado y Futuro Incierto”.
Dr. Daniel Fanesi.
