Últimamente han aumentado las consultas sexológicas de señores mayores, de 50 a 70 años de edad, que por lo general, son exitosos profesionales, empresarios, empleados de los de antes (con estabilidad laboral), con hijos y nietos, la mayoría están separados, algunos con separación real y otros y lo que es peor, separados
ficticios, o sea viven bajo el mismo techo, por diferentes circunstancia y hago esta salvedad porque con esta situación del mismo techo es ya fijarse una traba moral y psicológica de un pseudo respeto que no tiene razón de ser. Y cuando digo moral y psicológica, es moral por las apariencias sociales o religiosas y psicológicas por trabas neuróticas de dependencias o auto dependencias, totalmente destructivas para la sexualidad masculina en este caso. Estas son situaciones de primeras parejas y después sucede con segundas y terceras.
Hago esta aclaración porque cada iniciación de un vínculo, a los hombres nos lleva a una edad de cuando éramos adolescentes, de la iniciación permanente
Cuando inician una terapia sexual, previamente se le hace el dosaje sanguíneo, hormonales especialmente, inmunológico (HIV por ejemplo), Diabetes, se le preguntan los hábitos alimenticios, por lo general hay obesidad, se chequea si hay tabaquismo, alcoholismo, desprolijidad y falta de higiene personal, o sea si tiene autoestima baja, que es la peor enemiga para superar los problemas sexuales, y en esto no hay edad. En este lapso está vigente la Andropausia, un proceso poco reconocido en los hombres y lo que es peor por los profesionales de la salud, mis queridos colegas. Nunca puede ser un proceso bien tratado, enfermizo, donde no hay un diagnostico acorde.
Conclusión: Al iniciar una terapia sexológica, es costoso en términos económicos y en términos psicológicos también. Paradoja: Están bien económicamente, están realizados como persona y hasta como familia, pero frustrados sexualmente y esto es muy fuerte para cualquier mortal, en especial HOMBRE.
DR Daniel Fanesi