Últimamente he tenido consultas en lo que es lo opuesto a la eyaculación precoz.
La eyaculación retardada es la discapacidad de acabar o tener un orgasmo a pesar de tener una erección satisfactoria. Estos trastornos suelen suceder en los hombres que usan medicamentos anti-hipertensivos, ansiolíticos, el tan nombrado Revotril, que a veces lo usan sin ton ni son , dados por los médicos en general, y algunos antidepresivos y anti psicóticos. Pero a veces en estos hombres, el retraso eyaculatorio es selectivo, ya que tienen orgasmos con la masturbación pero no con el coito, o tienen orgasmos con el sexo oral o anal pero no con el vaginal. Por lo general en estos pacientes, y digo pacientes si es que llegan a la consulta, tienen grandes conflictos con las mujeres, en especial un miedo encubierto.
Se encuentran historias de incesto materno, por lo cual estos hombres son hostiles o miedosos con las mujeres; hay una confusión inconsciente de la esposa con la madre, sobre todo si las madre han sido distantes o si no tienen buena relación.
Las mujeres de estos pacientes son tratadas de una manera autoritaria, en estas situaciones, en caso de concurrir a una terapia, debe hacerse en pareja, flexibilizar al hombre en la forma del trato y ayudar a la mujer a que entienda la situación.
Para estimular, la mujer debe comenzar con caricias generales y luego pasar a los genitales, estimulando manualmente hasta que el hombre perciba la eminencia del orgasmo y ahí intentar la penetración eyaculando intravaginalmente, disminuyendo de esta manera el miedo y haciendo que la relación sea más fácil.
CASO CLINICO
La pareja se había casado hacia 3 años, tenían 25 años el hombre y 23 años la mujer. El caso presentado por la mujer, tenia respuestas correctas, pero él nunca había podido eyacular intravaginalmente. Esta situación había sido ignorada o negada por el matrimonio; la esposa era virgen, no tenía experiencia, pero percibía que algo no andaba bien y dudaba plantearlo abiertamente con su esposo.
El hombre sentía vergüenza por este problema, dado que a pesar de haber tenido varias relaciones pre matrimoniales con otras mujeres, de por si era hombre buscado por la perseverancia de la relación, pero frustrado al fin. Eyaculaba cuando se masturbaba.
El problema se suscito cuando decidieron tener un hijo; hubo varias consultas de la mujer con su ginecólogo, para que la pareja accediera a una consulta conmigo. Ambos eran de clase media, se conocieron en la universidad, tuvieron un corto noviazgo y se casaron.
El paciente era único hijo varón, con 2 hermanas mujeres, una familia donde se valoraba en exceso la figura del hombre, una madre inteligente y un padre dominante, quien se entrometía mucho en la vida y planes de la pareja. A la esposa del paciente le molestaba mucho la actitud de su suegro y por la intromisión se enojaba con él.
El padre del paciente tenia doble vida, la madre lo aceptaba como algo normal. Ella le contaba siempre a su hijo lo mucho que había sufrido en su parto y por esto el paciente temía que se repitiera la historia con su mujer. Él percibía a las mujeres como peligrosas y victimas, victimas porque eyaculándole a su mujer la podría embarazar y así sufriría muchísimo en el parto, como su madre con él; y peligrosa por el miedo que le tenía.
Les aconseje que tomaran distancia de la familia del paciente y que la mujer ayudara a su marido a superar el miedo en lo sexual, lo que le costó mucho esfuerzo porque él ya no le era atractivo sexualmente. Había mucho amor, pero no se podía consumar.
El paciente estaba muy identificado con su madre y la vinculaba en su mujer en función a las tareas domesticas, como, cocina muy bien, limpia muy bien, pero y en la cama? Cero.
En la terapia la anime a ella a que expresara sus impulsos sexuales y que enfrentara a su marido, quien además, estaba limitado en el lenguaje sexual, por ejemplo decía “de eso y lo de abajo”. Al cambiar el lenguaje, el cual yo uso cotidianamente, destrabe sin la intención de ser curandero, a que este hombre hablara sin temores y sentir que el sexo no es impuro.
Se llego a un buen pronóstico, lograron comunicarse en forma abierta y progresaron en el intercambio físico y psicológico. El paciente comenzó a llegar fácilmente al orgasmo, se aconsejo la estimulación oral y manual, fue capaz de eyacular frente a su mujer y llegaron a tener sexo satisfactoriamente casi a diario.
Después de 10 años, volvieron a mi consultorio, muy agradecidos, para decirme que eran padres de dos hermosos hijos, varón el mayor y mujer la menor.
Muchas veces los trastornos de infertilidad tienen como causal esta patología y las relaciones sexuales en la pareja son tan efímeras que ocasionan un problema de infertilidad que lamentablemente los médicos no tienen en cuenta.
Dr. Daniel Fanesi.