Para ser equitativo, voy a tratar el tema de los hombres separados y cuando digo esto no importa la legalidad de la situación sino cuando ha habido más de un año de convivencia de la pareja.
No deja de ser preocupante lo de las frustraciones sexuales en los hombres, que por lo general no se hacen cargo de su falta de deseo, no importa la edad, la despreocupación que tienen ante el síntoma de eyaculación precoz y/o disfunción eréctil, haciendo de ellos un peregrinar con diferentes relaciones, en el mejor de los casos o empleando el mecanismo psicológico de racionalización o de negación y en el últimos de los casos de sublimación; en el caso de racionalización, intelectualiza el fallo sexológico atribuyéndole actitudes descalificadoras a la mujer, que si está gorda, si está flaca, no me atrae, no me busca, etc., etc.; en la negación, él no es responsable en absoluto y la culpa recae en la mujer; en la sublimación, que es un mecanismo aceptado, por ejemplo súper valorización de la parte artística, pintura, música, etc., lo que fuere, en la parte de la política que no es tan así en la actualidad, porque siempre se persigue un móvil que precisamente no es la austeridad, la sencillez. Como ejemplo lo tenemos a Pepe Mujica, presidente de Uruguay y es un ejemplo de sublimación, es político pero no deja de lado a su compañera, en el ascenso profesional, o en volcar toda la energía en el trabajo o en lo económico, que por momentos puede ser tan atrapante para algunos como la pulsión sexual.
Volviendo a la frustración sexual; cuando se presentan en la consulta, encuentro y va directamente proporcional a la edad, a un hombre totalmente aniquilado en su autoestima, con cero imagen positiva, con muchas enfermedades, con un pasado negativo, un presente hueco y lo que es peor, buscando soluciones mágicas que no existen. Esto en lo meramente personal, sin entrar en detalles de su relación con las amistades, familia primaria, con sus padres, hermanos, amigos y de su propia formación familiar, hijos, esposa o pareja. Por lo general se repliega en sí mismos en un caparazón, emulando al caracol, simbólicamente, y apenas asoma la cabeza, no la cabeza física sino su interior psicológico, con respecto a lo sexual, que involucra a las demás aéreas, como el pensamiento, imaginación, ideación, quedándose como en una situación de inacción.
Señores, el camino a recorrer es sinuoso, como si estuvieran en un terreno montañoso, en el mejor de los casos pueden encontrar el valle, la idea es salir y encontrar una llanura de plenitud, aunque mas no sea para el resto de sus días
