Etiquetar a la Homosexualidad como una enfermedad mental, es una aberración y no creo que queden psiquiatras en la actualidad que puedan sostener este criterio; si los hubiese, sería mejor que dejaran de ejercer esta hermosa especialidad, que obviamente no tendría que ser organicista y lo que quiero decir con esto, es que pretenden solucionar los problemas solo con psicofármacos.
No olvidemos que aun hoy, algunos personajes e instituciones retorcidas, llegan a discriminaciones laborales, las exenciones humillantes del Servicio Militar, lo que sucede en los ejércitos estadounidenses, europeos, en otros países y también en nuestra Argentina, hay una tendencia a privarlos de derechos y lo que es peor a confinarlos involuntariamente a los pestosos servicios psiquiátricos, y digo pestosos, porque se limitan a medicinar en cantidades industriales de fármacos, en dosis de 4 veces por día, en desayuno, almuerzo, merienda y cena; y se olvidan de todo lo que hay entorno al paciente.
Muchos pacientes esquizofrénicos o pseudo esquizofrénicos, padecen de fobia homosexual, jóvenes ellos y lo que he notado en mi experiencia de residencia y post residencia en los psiquiátricos, que los varones están pasados de masturbaciones, generándoles una situación culposa por fantasías homosexuales; culpa que les genera esta situación, haciendo un aparente camino sin retorno en cuanto a la angustia, la discapacidad de poder abortar esta práctica, que es permitida cuando la persona tiene apoyo positivo y puede desmitificar o liberarse de esta horrenda carga mental negativa que explicada por el profesional en forma respetuosa y concienzuda, lo desculpabiliza y la esquizofrenia puede llegar a ser solo una anécdota.
El concepto de Salud Mental es relativo, lo que es normal en un lugar del mundo puede ser anormal en otro; nadie es absolutamente sano, en una exploración psico dinámica nos sorprenderían con la existencia de fantasías o deseos inconscientes, pero lamentablemente de eso no se habla ni los que practicamos la psiquiatría. En mi experiencia, mas allá de la controversia de enfermos mentales, que no es tan así, muchos somos sexuales, tanto hombres como mujeres, se conducen honesta y responsablemente en posiciones prestigiosas, profesionales y religiosos de toda índole, incluyendo a los católicos. Tenemos que hablar con el Papa Francisco que está lidiando con la cúpula de El Vaticano, con toda la hipocresía que hay, de ahí para abajo cualquier cosa, sin excepción de ninguna religión y no estoy en contra de ellas sino de la hipocresía que encierran.
Los homosexuales pueden tener una vida estable, madura y ajustada de acuerdo a la psicología dinámica, no se los puede diferenciar de los heterosexuales bien adaptados, excepto en la elección del objeto sexual.
Lo que podría existir en los homosexuales, sería una profunda infelicidad y falta de realización en el sexo opuesto, aquí con mi experiencia de escucharlos, sin polemizar con respecto a la orientación, en algunos casos hay un dejo de insatisfacción en las practicas heterosexuales, quizá no es lo mismo en la adolescencia que en la juventud, en la edad adulta y que en esta precisamente algunas personas cambian de orientación y aclaro que la homosexualidad no es sinónimo de mariconadas o estereotipos afeminados amanerados. Tampoco catalogar de homosexuales a cocineros, vegetarianos, peluqueros, etc., por romper los patrones biológicos naturales, es decir, lo que es de nene es de nene y lo que es de nena es de nena; siguiendo un concepto, no por vulgar sino por realista.
La sexualidad humana del carácter bisexual de nuestros ancestros, los simios, y como somos de un extrema plasticidad, venimos de una bisexualidad esencial, podemos llegar con el tiempo a tener una uni-sexualidad de acuerdo a los estímulos que puede despertar el trato con las personas del distinto sexo. Si hablamos de homosexualidad en los animales inferiores, existe por ejemplo en los toros que a veces reacciona más rápido ante otro toro que ante la vaca, esto habla de una zoología comparativa. Todos los animales, incluyendo a los primates infrahumanos, tienen patrones de conducta homosexual mas allá de que puede tener contacto heterosexual. Cuanto más elevada es la escala filogenética, por ejemplo mono, chimpancé y orangután, es mas variable y extensa la practica homo y heterosexual.
La homosexualidad va variando con las culturas y los tiempos pasado y presente, tienen una gran variabilidad, lo que por décadas o centurias fue anormal, en la actualidad puede ser normal. En los movimientos contra-culturales se está aceptando las conductas de prácticas bisexuales. En la psiquiatría, al menos en la que yo practico, pueden observarse comportamientos homosexuales en personas neuróticas con perfiles obsesivos, fundamentalmente, entrando en una faceta psicoanalítica, son aquellos hombres o mujeres que tienen una rebelión neurótica con la autoridad paterna, por ejemplo, padres homofóbicos-hijos homosexuales, es casi como 2+2 es 4, situación casi matemática. Cuando pido una entrevista con el padre o madre, sale a la luz que un padre despotrica contra la homosexualidad pero no se hace cargo de su fantasía y la proyecta en el hijo, provocando el efecto contrario al que quiere combatir. Es como el negativo de una fotografía cuando luego se revela. Los psiquiatras responsables debemos ser cuidadosos en etiquetar a las personas cuando su conducta sexual difiere del común de la gente; no debemos reflejar los prejuicios culturales en la sexualidad; ningún psiquiatra clasifica como enfermos a los adeptos a la astrología, al espiritismo, o a determinadas sectas religiosas minoritarias. Hace siglos, los médicos eruditos clasificaban a la masturbación como indicativa de trastornos mentales graves, pero si esta práctica no es aclarada en tiempo y forma en edad temprana de vida y es llevada a una forma culpabilizante y humillante, puede revelar una enfermedad mental, y si al paciente se lo medica, sin saber la causa que lo provoca es como querer tapar el sol con las manos. Cuando se hace una reconstrucción minuciosa de las causas de la homosexualidad hay ciertos patrones que pueden llevar a esta situación. Por ejemplo una madre sobreprotectora, obsesiva de la limpieza y el orden, en la pulcritud, en decir, pobrecito el nene se puede golpear, etc. y un padre borrado y ausente, esto es un punto de partida de aquí a la China, usando un argentinismo de distancia con todo respeto. También los padres represivos, tiranos, humilladores y con un inconsciente homosexual latente reprimido, es el caldo de cultivo para tener un hijo homosexual, y después se escandalizan y reparten culpas a diestra y siniestra.
Por eso la mejor profilaxis es tener en cuenta que en el mismo momento de la concepción, cuando el deseo, y no es exagerado, “quiero nene o quiero nena”; y no es así, atención, “quiero un hijo feliz independientemente del sexo”.
Y citando a un maestro, Freud, quien no considero a la Homosexualidad como una enfermedad, escribió una carta a una madre estadounidense diciendo: “La homosexualidad no es una ventaja, tampoco una vergüenza, ni un vicio, ni una degradación, no puede ser clasificada como enfermedad”.
Él la consideraba como una variación de las funciones sexuales producida por una detención del desarrollo sexual. Y con esto adhiero a su pensamiento aunque tuvo que luchar con el anacronismo psico-religioso y cultural de principios del año 1900.
Dr. Daniel Fanesi.