Cuando cursaba la materia en la Facultad de Medicina, por el año 1976 aproximadamente, me sorprendía lo estructurada y rígida que era la parte teórica y cuando realizábamos las actividades practica en el Hospital Psiquiátrico de Alejandro Korn de Melchor Romero, La Plata, me quedaba sumamente impactado por el estado deplorable de los pacientes, reducidos a miserias humanas, robotizados, con babeos, sudoración grasosa y sin poder articular palabra alguna, siendo estas, las palabras algo tan importante para poder expresar sentimientos y emociones.
Lo mas desconcertante, era que los docentes de aquel entonces, hablaban sobre el electrochoque , que de hecho presencié estupefacto a estas lamentables prácticas que se hacían con anestesia, una parodia y sin anestesia; para mí algo sumamente ultrajante. Los pacientes quedaban en un estado de contractura mioclónica y con gritos desgarradores.
Y yo me preguntaba en ese entonces, siendo aun estudiante… Se puede solucionar un problema emocional que ha traumado a la persona desde que llegó al mundo, no pudiendo expresar con palabras sus sentimientos porque aun no sabia hablar; y ahora en su adultez lo llevaban a una situación regresiva, con toda la farmacológico mas las descargas eléctricas, como si castigaran a una persona muda, ciega o sorda.
A los que les parece que me he ido del tema del título de esta nota, como puede ser que una incongruencia medica y una ignorancia psiquiátrica/psicológica pueda solucionar con psicocirugía una discapacidad humana emocional?
Comparto mi rechazo absoluto hacia este tipo de prácticas desde lo mas profundo de mi sentir humano y profesional.
Es como condenar a un enfermo a la silla eléctrica, con el agravante de que podría quedar siendo un muerto civil.
