LOS CHICOS EN LA CAMA CON LOS PAPIS, NO

(Siguiendo el artículo anterior)

En las consultas sexológicas que llamativamente son iniciadas por los hombres, por falta de deseo, dificultad en la erección, precocidad en la eyaculación, etc. ; en un grupo etareo que va más o menos desde los 18 años a los 35; pero esto va tanto como para varones como para mujeres, que tienen hijos propios o de la pareja y por lo general a los primogénitos los llevan a dormir en la cama grande, no precisamente al costadito sino al medio como una tabla divisoria, haciendo de esta situación el no consumar actos sexuales y sirviendo de excusa perfecta para perpetuar la patología sexológica; no solo está lo sexual, sino que neurotiza la personalidad de la pareja. Cuando en la entrevista sale, en el transcurso de la conversación, este tema, ponen argumentos diversos ante esta situación anómala que por suerte es advertida casi por la generalidad de los profesionales, en especial los pediatras y hasta los psicólogos menos avezados y los psiquiatras, más aun, los sexólogos que lamentablemente están diseminados como agujas en el pajar porque sí tendrían que advertir sobre las repercusiones psico -sexuales de estas criaturas en la vida adulta; es una obligación inexcusable de advertir sobre esto, pensar a futuro en estos chicos.

Estos hechos, de los niños en los lechos, lamentablemente, en vez de ser una excepción es una regla, con el argumento de pobrecitos como van a estar solitos, son chiquititos; y los chiquititos pueden llegar a tener 10, 11 o 12 años, siendo aquí cuando tienen la eclosión biológica, sexualmente hablando. Cuando se hace la salvedad, en la primera entrevista, es asombrosa la cantidad de argumentos sin fundamentos que ponen sobre esta cuestión.

Esto no solo sucede estando los 2 padres sino que también cuando falta uno de ellos por razones laborales por ejemplo y ahí el niño pasa a ser el reemplazante de la pareja ausente, y el chico en su inconsciente cuando retorna el miembro faltante, es un competente, entonces esto es la madre o padre de todos los males, refiriéndome a un enfoque pseudo-moralista o pseudo-religioso, pero hablando estrictamente de un enfoque psicológico, se crea un “hermoso” conflicto pasado, presente e hipotecando el futuro de los padres protagonistas y de los niños víctimas propiciatorias, infligida por el descoque de los papitos.

REFLEXION

Dejen de ser los papis buenos y asuman una Paterno-Maternidad con MAYUSCULAS.

Dr. Daniel Fanesi.

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