MUERTES EN INSTITUCIONES PSIQUIÁTRICAS

A raíz de una muerte en un neuropsiquiátrico de La Plata, donde se investiga el caso caratulado como homicidio, quiero sentar mi opinión estrictamente profesional, ya que son hechos lamentables que acontecen en este tipo de clínicas, y no estoy hablando de este caso particular ya que se sospecha que fue un homicidio por ahorcamiento; pero por lo general suceden “muertes naturales” en estos lugares que no están incorporados a un hospital general y son entes autárquicos. Las muertes ocurren muy a menudo, a veces de pacientes psiquiátricos y a veces no son tan psiquiátricos, porque hay sobre diagnósticos donde jerarquizan determinados síntomas, enmascarando como locura, lo que en el fondo es un estado de angustia, tristeza y ansiedad. Por lo general con alteraciones del sueño, insomnio grave o hipersomnia, es decir no dormir nada o dormir exageradamente. Los psiquiatras de estas instituciones no buscan la cuestión de fondo, lo que en mi experiencia en una anamensis de 15 a 45 minutos puedo tenes un cuadro de situacion. Aclaro esto para los pacientes lo tengan en cuenta ya que es lago fundamental.

Muchos pacientes internados en psiquiátricos mueren de una manera misteriosa y nunca se aclaran las causas.

Cual es el motivo?

Que estos pacientes, como toda persona, aparte de su supuesto trastorno psiquiátrico padecen de morbilidad previa, hipertensión, diabetes, trastornos circulatorios y mas, que como médico psiquiatra se debe estar atento y pedir de rutina análisis clínicos para descartar esas patologías.

Pero cual es la entelequia de los pacientes psiquiátricos?

Que los médicos de las distintas especialidades subestiman los síntomas, en el mejor de los casos y en el peor de los casos los sobrestiman. Estando el paciente internado y sobre medicinado como está de moda, una estrategia lamentable, tan anquilosada, vieja y perimida, de usar psicofármacos en las cuatro comidas diarias, dando un cóctel de pastillas en el desayuno, otro en el almuerzo, otro en la merienda, otro en la cena y como postre otro al acostarse; llegando así a tener al desgraciado paciente con un mínimo de 8 pastillas hasta 24 por día. Esto en vez de mejorarlo lo complica, porque queda un paciente prácticamente dormido, prolongado en el tiempo y anulado desde el punto de vista psíquico y físico, sometiéndolo a una situación de engorde u obesidad.

Por lo general los pacientes entran con un peso normal y salen de estas internaciones con sobrepeso, llevando la suma de las patologías físicas con todo lo que implica, hiper-glucenmia, hiper-colesterolemia, hipertensión, lo que es peor, con una autoestima negativa que le dificulta en todas las interrelaciones en el ámbito social y mi hablar de la relación de pareja, con trastornos sexuales graves, que se suman a la obesidad y a la polifarmacología, que genera inapetencia sexual femenina medicamentosa , mal llamada frigidez y disfunción sexual masculina mal llamada impotencia, aclarando que frigidez e impotencia son términos peyorativos y descalificantes.

Quiero alertar, que las muertes en clínicas psiquiátricas son por desatención, porque no tienen profesionales que asistan en forma urgente las reacciones agudas de los pacientes y por otra parte, siempre hay una grieta, tan de moda, que si el paciente es psiquiátrico tiene que ser atendido por un psiquiatra y por consiguiente no es asistido por otros profesionales. Si en el mejor de los casos, el paciente asiste a una clínica general, los médicos clínicos y de otras especialidades, no les suministran los fármacos psiquiátricos, que dentro de los cuales hay fundamentales y el paciente termina muriendo por un estado depresivo, cumpliendo una teoría freudiana, siendo los mismos médicos cómplices de la pulsión de muerte del paciente, que es el fin ultimo que persigue a todas aquellas personas que en el fondo tengan como base una depresión endógnea (desequlibrio químico del cerebro), agravada por una reacción depresiva por adversidades sufridas desde la infancia hasta la edad en que se produce el desenlace fatal.

ADJUNTO NOTA PERIODÍSTICA

Misterio: murió internado en un neuropsiquiátrico y en el velatorio descubrieron que lo habían asesinado

Ocurrió en La Plata; la víctima tenía 68 años y cuando lo velaban observaron que tenía en el cuello marcas típicas de ahorcamiento; a la familia le habían dado un certificado de defunción que certificaba que el deceso había sido por “causas naturales”

16 de noviembre de 2021

Clínica neuropsiquiátrica Santa Teresa de Ávila donde encontraron muerta a la víctima
Clínica neuropsiquiátrica Santa Teresa de Ávila donde encontraron muerta a la víctimaGoogle Maps

Los familiares de un hombre de 68 años al que le descubrieron marcas de ahorcamiento en el cuello mientras lo velaban en una cochería de La Plata, creyendo que había muerto por causas naturales, pidieron hoy “saber la verdad” de lo sucedido y que “se haga justicia”.

“No tenemos ninguna novedad luego de que se confirmara lo de la autopsia. No nos informaron nada nuevo, pero queremos saber la verdad”, le dijo a la agencia de noticias Télam Gladys, hermana de Héctor González, el hombre fallecido, al referirse a los resultados preliminares de la autopsia que indican que el hombre murió por “asfixia mecánica”, es decir, ahorcado.

El hecho sucedió el viernes pasado en La Plata, cuando González murió en la clínica neuropsiquiátrica Santa Teresa de Ávila, situada en la calle 61, entre 1 y 2, de la capital bonaerense, donde estaba internado. Hacía cinco años que el paciente estaba internado.

Los responsables del establecimiento fueron quienes dieron aviso a la familia sobre el fallecimiento y explicaron que “lo habían encontrado muerto en un baño”, sostuvo la hermana de la víctima.

Fue así que el cuerpo fue entregado a la familia con un certificado médico “por muerte natural” y se organizó un velatorio para despedirlo en la cochería situada en la calle 12, entre 68 y 69, de la capital bonaerense.

Según informaron a LA NACION fuentes judiciales, en medio del velatorio una sobrina de González advirtió que el cuerpo presentaba una marca extraña en el cuello que le llamó la atención, lo que llevó a que la familia alertara a la policía.

La familia de la víctima fue a la seccional policial más cercana radicó la denuncia. Tras la intervención de los efectivos de la zona se dio aviso a la fiscal de La Plata Betina Lacki, funcionaria que dispuso el traslado del cuerpo a la morgue para que se practique una autopsia.

“Estamos tratando de determinar qué pasó y cómo pasó”, sostuvo a LA NACION una fuente de la investigación.

Según surge de los resultados preliminares de la necropsia, González murió por “asfixia mecánica”, agregaron los informantes consultados.

“Mi hermana fue a abrirle la camisa porque la tenía toda cerrada y ahí descubrió una marca en el cuello”, relató Gladys González a Télam.

“Fuimos a hablar con la policía, porque ocultaron lo que pasó. Vinieron dos médicas al velatorio y dijeron que ellas no habían visto las marcas; una era su psiquiatra”, agregó la hermana de la víctima.

Sobre lo sucedido, la mujer agregó: “No sabemos nada, no sabemos quién firmó el certificado de defunción de mi hermano, todavía nadie de la Justicia se comunicó con nosotros, pero sí entendemos que los de la clínica están al tanto porque, además de la autopsia, fueron a hacer peritajes al lugar”.

La hermana de la víctima sostuvo que no tiene “ninguna hipótesis” sobre lo sucedido, aunque exige saber qué pasó.

“Queremos saber la verdad y que se haga justicia. Él estaba bien ahí, no sabemos qué pudo haber pasado”, se lamentó González.

En la misma línea, Gisela, sobrina del hombre de 68 años, afirmó: “No imaginamos este desenlace porque él estaba bien de salud, de buen humor. Los mismos médicos de ahí dijeron que hacía un mes que él estaba tranquilo, que estaba bien. Incluso sabíamos que estaba en pareja con una compañera de la clínica”.

La Justicia deberá ahora determinar las circunstancias precisas de la muerte del hombre y si existió una cadena de encubrimiento, ya que en el certificado de defunción se hizo constar la muerte como “no traumática”, explicaron fuentes de la investigación citadas por Télam.

Según pudo saber LA NACION de fuentes del caso, en la partida de defunción se sostuvo que la causa de la muerte fue una insuficiencia respiratoria.

La causa es investigada por la fiscal Lacki y detectives del Gabinete Homicidios de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local, que realizaban diversas diligencias en busca de pruebas, entre ellas verificar la existencia de cámaras de seguridad en el neuropsiquiátrico.

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