En esta oportunidad voy a dar un ejemplo practico y real.
El paciente X llegó a mi consultorio por un problema de disfunción erectil y lo primero que hizo fue entregarme una lista de la medicación que le suministró un psiquiatra hace 20 años (Lamotrigina, Venlafaxina, Clonagin, Rispiridona y Levomepromazina), los que ingiere todos los días aun en la actualidad y después de ese profesional pasó por 6 psiquiatras mas, pero ninguno modifico los fármacos y en ocasiones le agregaron otros, dicidido, por lo general en sesiones de 5 o 10 minutos como máximo, siendo la pregunta clásica “Como andas con esto?”, donde el paciente es reemplazado por una lista de fármacos.
Siempre llegan a mí casos como este y la psiquiatría no debe ser así. Tengo un paciente discapacitado físicamente, petrificado, debiendo siempre ser acompañado por alguien, inhibido emocionalmente y rechazado por otros especialistas que le dijeron “con tantos medicamentos no podes tener ningún cambio” pero ninguno hizo algo para solucionar el problema de un hombre de 50 años de edad, donde restamos 20 años de poli farmacología, imagínense su estado, un hombre estigmatizado como loco, no respetado por sus hijos, no valorado por su esposa, quien a su vez asumió un rol materno con su propio esposo.
Cuando se me presentan casos así, me pregunto como hago yo para recuperarlo sexualmente? Porque como si fuera poco, en sus brazadas de ahogado llegó a consultar con una curandera, de esas omnipotentes como en su mayoría, y lo clásico que le dijo fue “estas trabado”, haciendo que estas palabras actúen como bloqueador psíquico emocional, componente principal en la desinhibición de la sexualidad y lo paradójico es que le ofreció la pastillita azul; una curandera! Donde estamos parados? Tengo a un paciente invalidado por psicofármacos y ademas con la suma de la pastillita azul mágica resolutoria de todo, supuestamente; generando un estado de locura total, llevando al paciente a tener ideas suicidas latentes, faltando poco para concretarlas. Y todo por actos psiquiátricos invalidantes, porque ninguno de los médicos se tomaron un tiempo para conocer al paciente porque faltó lo principal, una buena anamnesis o entrevista psiquiátrica, que es el pilar fundamental para poder llegar a solucionar el problema de una persona de una manera humana y holística.
Cual fue mi trabajo? Haberme tomado mas de 1 hora de conversación empática con el paciente y su esposa, donde surgieron sus bloqueos emocionales desde su temprana infancia, sus trastornos sexuales, sus poluciones nocturnas, que son sintomáticas de su eyaculación precoz primaria, no asumida por desconocimiento de la sexualidad, muy común en casi todos los hombres con este trastorno, que a lo largo del ciclo sexual genera disfunción eréctil o la llamada impotencia, agregando que a la edad del paciente ha entrado en el proceso de Andropausia, que lamentablemente es ignorada por la mayoría de los profesionales.
Y este fue un ejemplo lamentable de una psiquiatría express, tan en voga en la actualidad y con los que me encuentro muy a menudo, llevando mucho tiempo de desintoxicación y terapia psicológica profunda para resolver los problemas de base de los pacientes.
