Como Medico en Psiquiatría en general, con una preparación a través de residencia de 4 años, de esta situación hace alrededor de medio siglo, y para completar he realizado pasantías en Psiquiatría infantil y de adolescencia, en el hospital de niños Sor María Ludovica de la Ciudad de La Plata, en aquel entonces con un departamento especializado en Psiquiatría infanto-juvenil y también con mi experiencia en consultorio.
Las experiencias están relacionadas con niños que tengan estado de retraimiento por más de 2 semanas, trastorno del sueño, agresividad inexplicable, ansiedad extrema, situaciones de miedos inexplicables, fobias, Psicosomatizaciones generalizadas, entre ellas fiebre inexplicable sin un proceso infeccioso previo, dificultades en el aprendizaje, trastornos de bulimia o anorexia. Onicofagia, tricomanía, temblor inexplicable, pesadillas inveteradas, erupciones cutáneas sin causas alimenticias, constipaciones sin causas fisiológicas, que los Pediatras pueden argumentar, diarreas inveteradas. Todas estas sintomatologías, pueden estar encubriendo un síndrome depresivo que abarca desde la temprana infancia hasta los 18 años, lo que sería el manejo de la Psiquiatría Infanto-Juvenil. Pero sí hago una salvedad: debemos ser extremadamente prudentes en el uso de los psicofármacos. Nunca atosigarlos con los mismos. Siempre debe haber un trabajo con adultos responsables, y hacer hincapié en el entorno familiar, social, educacional del niño o adolescente.
Como es mi particularidad, tener un enfoque holístico de la problemática del enfermo, que presenta la enfermedad.
Concretamente: “Ver el bosque en torno al árbol”.

