Casi constantemente, las consultas sexuales femeninas, que por suerte también acuden, sin que esto sea una cuestión de azar, por la terminología, cada vez son más frecuentes. La sexualidad femenina es compleja, donde entran muchos factores en juego. Por empezar, Socio-cultural que aún hoy persiste, donde el sexo de la mujer estaba en el último plano de acuerdo a ideas ancestrales, a veces cuestiones de índole religiosas de diversas procedencias, y a esto se le suma a las consultas que suelen hacer con los ginecólogos.
Nunca los mismos, salvo excepciones, se hacen cargo de la sexualidad femenina. Si alguna Paciente osara preguntar, sistemáticamente son evadidas, pero cuando le plantean que han hecho una consulta sexológica, recién ahí se ponen en alerta amarilla, entendiendo por tal, haciendo cuestionamientos a tratamientos supletorios a falencias hormonales, que muchas veces ocurren a temprana edad con déficis estrogénicos, siendo esta hormona la que genera en la mujer el apetito sexual, fundamentalmente a la mitad del ciclo menstrual, alrededor del día 14 para aquellas Pacientes que tengan un ciclo regular de 28 días, de ahí todas las variantes. Aquí estamos hablando de un grupo hectáreo que va de 15 años a 43 o 45 años aproximadamente.
Ni que hablar, de aquellas mujeres de 46 años en adelante, donde entran en periodo pre menopáusico o menopáusico propiamente dicho, es donde ya dejamos de tener el alerta naranja para los ginecólogos y entramos en alerta rojo, poniendo el grito en el cielo cuando, en mi caso como Sexólogo, previo estudio concienzudo de afectaciones hormonales, empiezo a usar un sustituto estrogénico no cancerígeno, y ahí es donde con un criterio obtuso y cerrado, sesga el tratamiento implementado sexológicamente, condenando a la Paciente a la infelicidad y desdicha que lleva a la palabra mal utilizada “frigidez”, quitando la posibilidad de continuar en una forma feliz con la pareja si la hubiera, bloqueando a perpetuidad, sin que estas infortunadas mujeres pudieran revertir la situación. Además con el agravante que pueden llevarlas a Depresiones Endorreactivas Graves con consultas psicológicas no Integrales, no Alopáticas y lo que es peor con intervenciones psiquiátricas invalidantes, por las cantidades de fármacos que por lo general les suministran sin solución de continuidad.
En una palabra, “aniquilante”.
Dr. Daniel Fanesi